Nació el 15 de febrero de 1950 en Puente del Arzobispo (Toledo) en el seno de una familia cristiana. Sintió la llamada de Dios al sacerdocio en edad temprana. Estudió en los Seminarios de Talavera de la Reina (Toledo), Toledo y Palencia. Es maestro de Enseñanza Primaria (1969).
Licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana. Estudios de Derecho Canónico en Roma y Salamanca. Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma con el tema: “Cristocentrismo de Juan Pablo II”.
Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1974 en Toledo, de manos del cardenal Marcelo González Martín, arzobispo de Toledo. Entre los cargos y actividades desempeñadas durante su ministerio: Coadjutor de la Parroquia “El Buen Pastor”, de Toledo (1974-1977); Coadjutor en las parroquias de los Santos Justo y Pastor y en la de San Ildefonso (1980-1983); Profesor de Cristología y Soteriología en el Seminario de Toledo (1980-2005); Consiliario diocesano de MAC -Mujeres de Acción Católica- y de “Manos Unidas” (1983-1996); Vicerrector y Rector del Seminario Mayor “Santa Leocadia” para vocaciones de adultos (1983-1992); Pro-Vicario General (1992-1996); Delegado Episcopal para la Vida Consagrada (1996-1998); Párroco de “Santo Tomé”, de Toledo (1996-2004).
Miembro del Consejo Presbiteral, del Colegio de Consultores, del Consejo Diocesano de Pastoral, Delegado de Evangelización y Doctrina de la Fe, Director de los Secretariados diocesanos de Doctrina de la Fe y de Relaciones Interconfesionales.
Nombrado Obispo de Tarazona el 9 de diciembre de 2004, recibió la ordenación episcopal el 9 de enero de 2005 en el Monasterio de Veruela-Tarazona.
En el seno de la Conferencia Episcopal Española es Presidente de la Junta Episcopal de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia y miembro de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades y de la Comisión Episcopal para el diálogo Interreligioso.
Tiene publicaciones de teología, historia y espiritualidad. Y numerosos artículos en revistas especializadas.
El día 18 de febrero de 2010 fue nombrado por el Santo Padre Benedicto XVI Obispo de Córdoba. Inició su ministerio episcopal en la Sede de Osio el día 20 de marzo de 2010. Es miembro de la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.
Coincidiendo con los días en los que se cumple el treinta aniversario del cuarto viaje apostólico de San Juan Pablo II a España, realizado del 12 al 17 de junio de 1993, los Obispos del Sur de España han publicado la Carta pastoral María Estrella de la Evangelización. La fuerza evangelizadora de la Piedad popular. Recuperan algunas de las enseñanzas que el Santo Padre dejó, que son estímulo para el tiempo presente y que manifiestan la fuerza evangelizadora que tiene la piedad popular.
En esos lugares marianos, San Juan Pablo II llamó a María Santísima “Estrella de la Evangelización” y reclamó una nueva evangelización, frente al secularismo y la descristianización que iban creciendo en la sociedad.
Pasados treinta años, los Obispos constatan que esos fenómenos de secularismo y descristianización afectan también gravemente a realidades y expresiones vinculadas a la Piedad popular. Por ello, con esta Carta pastoral, quieren de nuevo volver la mirada al hermoso patrimonio eclesial de la Piedad popular a fin de ofrecer orientaciones que ayuden a mostrar su fuerza evangelizadora y favorezcan su purificación, siempre necesaria”.
Comienza la Carta pastoral presentando cómo se integra la Piedad popular en la vida del cristiano, que cree, celebra, se compromete y ora desde la fe en Jesucristo y en comunión con la Iglesia.
La Piedad popular, cuando es genuina, tiene como fuente la fe, vivida con autenticidad y coherencia: carece de sentido profesar con los labios el Credo y vivir de manera contraría a la fe y moral de la Iglesia.
Los Obispos también recuerdan la importancia de la Liturgia, como la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia. Así, se debe dar preeminencia a la participación en la Misa dominical, al sacramento de la Penitencia, a la oración litúrgica y al año litúrgico sobre cualquier manifestación devocional. Igualmente, es importante, dicen, que las prácticas devocionales no alteren las celebraciones litúrgicas.
Recuerdan los Obispos en su Carta que el compromiso nacido de la caridad es constitutivo de la vida cristiana y que la promoción de la justicia, la preocupación por los más necesitados o la defensa de la dignidad humana no son tareas opcionales para el seguidor de Jesucristo. Así, una vida de fe que no se traduzca en obras concretas de caridad no es auténtica. La Piedad popular se presenta como escuela de compromiso cristiano.
En la segunda parte de su Carta pastoral, los Obispos recuerdan cómo en la última visita ad limina de los Obispos españoles celebrada en enero de 2022, el Papa Francisco les pidió expresamente estar cerca de las Hermandades y Cofradías, reconociendo su aportación importantísima a la Piedad popular.